28 de junio de 2012

No tengo ganas de seguir, pero tampoco tengo ganas de parar.



Desactive el facebook, lo cerré y me siento tan bien, por un buen tiempo así va a quedar. Creo que además de las varias discusiones con Eze, el face me traía más problemas, pero no por celos o ese tipo de cosas, sino que soy tan tonta que estaba pendiente de todo y eso me hacia mal. El ver como mis amigos mis hermanos del alma hacen tantas cosas juntos y yo no las puedo compartir con ellos, el ver que en un mes ellos se van a Bariloche y yo me quedo acá, ver fotos que me traen hermosos recuerdos pero una melancolía inevitable, me dolía y mucho. Y ahora que estoy lejos de todo, que solo vivo mi relación con Eze sin ninguna red social, que solo me quedo con lo bueno sin ver cosas innecesarias me hace sentir muy tranquila.
Después  de haber vivido tantas cosas, una tras la otra, un deja vu atrás del otro, siento que estoy en el mismo lugar de siempre, avanzo 2 casillas y retrocedo 5, no puedo evitar sentirme así. Pero como tengo esperanza siempre (aunque a veces parezco boluda) de que las cosas cambien, voy a seguir hasta no sé cuando, supongo hasta que mi cerebro y mi corazón no de más.